A pocas semanas del inicio de la temporada de verano, el clima en Pinamar está lejos de ser el esperado para recibir a turistas. La Asociación de Guardavidas de Pinamar (AGP) declaró el estado de alerta y movilización tras el fracaso en las negociaciones paritarias con el Municipio. Según denunciaron, la propuesta salarial del Ejecutivo fue mantener los sueldos congelados, sin recomposición alguna pese a la inflación acumulada.
“Nos ofrecen cero recomposición. Pretenden que trabajemos con los sueldos del año pasado en un contexto inflacionario que ya supera el 31%”, sostuvo Fernando Espinach, referente del gremio. El conflicto alcanza a más de 130 trabajadores del sector público, mientras que las paritarias con los concesionarios privados avanzan sin mayores sobresaltos.
Pero más allá del reclamo salarial, el gremio alertó sobre una situación que califican de crítica: la seguridad en playa. Espinach aseguró que la Provincia de Buenos Aires notificó que Pinamar no se encuentra habilitado como ciudad balnearia debido a recortes e incumplimientos en el operativo de seguridad costera.
Entre los puntos más graves señalados por la AGP figuran la reducción del personal, la disminución de horarios de cobertura, cambios desorganizados en los turnos y la falta de equipamiento básico para el trabajo diario. “La playa está técnicamente inhabilitada. Se está poniendo en riesgo la vida de las personas y la integridad física de los trabajadores”, advirtió el dirigente.
Las críticas también alcanzaron a la gestión de Seguridad en Playa, a cargo de Esteban Maggi. Desde el gremio denunciaron un manejo discrecional de las horas extras, en contraposición con los recortes operativos. “Mientras no hay presupuesto para los sueldos básicos, vemos un festival de horas extras para la jefatura. Se regalan horas a sí mismos”, expresó Espinach, quien también aludió a recientes escándalos de corrupción que involucran a funcionarios locales.
En asamblea, los guardavidas resolvieron no aceptar la propuesta del Municipio y avanzar con un plan de lucha. Si bien por el momento no hay paro total, no se descartan medidas de acción directa si no se produce un cambio en la postura oficial. “Esperamos que las autoridades reflexionen. Si no, el conflicto se va a profundizar”, concluyó Espinach.