Mientras que en 2023 los recursos de coparticipación alcanzaban para cubrir casi todos los sueldos municipales, este año no llegan ni al 80%.
Desde 2015, el coeficiente de reparto que utiliza la Provincia para distribuir los recursos bajó más del 20%. Esa pérdida representa, en términos actuales, el equivalente a más de tres meses de sueldos.
Las finanzas provinciales dependen tanto de recursos propios —como Ingresos Brutos, Inmobiliario, Automotor y Sellos— como de impuestos nacionales coparticipables. Estos últimos incluyen Ganancias, IVA, impuestos internos y otros tributos menores.
Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en mayo la Nación transfirió al conjunto de provincias y CABA $5.567.000 millones. Descontando la inflación, eso implicó una baja real del 23,3% en comparación con el mismo mes del año pasado.
El IARAF atribuye la caída de la coparticipación al mal desempeño de la recaudación de Ganancias y a la baja del IVA, dos tributos muy ligados a la actividad económica y al consumo, que caen con fuerza cuando la inflación se desacelera, como ocurre actualmente.
Además, en los primeros meses del año también se desplomó la recaudación de tasas municipales, un recurso clave para sostener los servicios que presta el municipio.