El uso extendido de internet, redes sociales y plataformas de mensajería entre niñas, niños y adolescentes ha dado lugar a nuevas formas de violencia digital. Una de las más preocupantes es el grooming, un delito en el que una persona adulta se contacta con un menor con fines de abuso sexual.
Desde el ámbito municipal se difundieron recomendaciones para identificar señales de alerta y prevenir estas situaciones, haciendo especial énfasis en el rol de las familias. “Aunque muchas veces se disfraza de una charla amistosa, el grooming es una forma de manipulación que puede tener consecuencias muy graves”, advierten.
Entre los comportamientos que podrían encender alarmas se destacan los cambios repentinos en el estado de ánimo, el aislamiento, el uso excesivo del celular o la computadora, el secretismo respecto a con quién se comunican y el miedo o incomodidad al utilizar internet.
Para prevenir, se recomienda fomentar el diálogo y la confianza con niñas, niños y adolescentes; acompañar el uso de dispositivos digitales; enseñarles a no compartir datos personales ni imágenes íntimas con desconocidos; y recordarles que pueden decir “no” ante cualquier situación que los incomode.
Además del grooming, se señalaron otros riesgos frecuentes en entornos digitales, como el sexting no consentido, el ciberacoso o el acceso a contenidos inapropiados. En todos los casos, educar en el uso responsable de la tecnología y brindar herramientas emocionales resulta clave.
Ante cualquier sospecha, se recomienda no borrar las conversaciones ni otras pruebas y realizar la denuncia en la comisaría más cercana o a través de la línea 137, disponible todos los días, las 24 horas.
“La prevención comienza en casa, con escucha, diálogo y acompañamiento. Estar atentos es cuidar”, concluye el comunicado.