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27/10/2016 - Columna
Los beneficios ocultos de aprender a programar

Aparte de lo versátil y de aumentar la formación, programar significa numerosos beneficios escondidos para nuestros niños y para los adultos.


Nuestra cotidianeidad está plagada de tecnología. En el momento de escribir estas líneas, sin ir más lejos, estoy utilizando una notebook y en mi escritorio se encuentra mi celular. Realmente, a excepción del mobiliario de este ambiente, lo único que me rodea carente de sistemas electrónicos es mi mascota, las evaluaciones de mis alumnos y una lapicera que utilizo para corregirlas. Todo lo demás, en mayor o menor medida, cuenta con un enjambre de componentes electrónicos y con un programa que administra su funcionamiento. Esta misma situación se replica en casi cualquier lugar del planeta. En las oficinas, la gestión de datos ahora pasa por computadoras controladas por un programa. En las escuelas, los alumnos cada vez utilizan menos el papel y el lápiz. Y en los automóviles, cada vez predominan más los sistemas electrónicos que controlan el funcionamiento del vehículo. Un panorama muy diferente al que encontrábamos hace treinta años. Por entonces, solo un pequeño grupo de privilegiados interactuaba con dispositivos electrónicos tales como computadoras. La tecnología aún parecía que se hallaba lejos de llegar a todos, y términos como "software", "hardware", "CPU" o "sistema operativo" parecían procedentes de otro mundo para un alto porcentaje del común de la gente. En la actualidad, por el contrario, estos conceptos son tan comunes como sumar o restar. Casi todo el mundo reconoce qué es un sistema operativo o el "hardware" de una computadora. En contraste, lo que no es tan común es el proceso que se halla detrás de muchos de esos sistemas tan usuales. Me estoy refiriendo, visiblemente, a programar, un concepto que, según la Real Academia, es: Elaborar programas para la resolución de problemas mediante computadoras. Esto es la base fundamental de cualquier sistema electrónico que nos rodea. Si utilizamos una simple calculadora, en mayor o menor medida, ha sido necesario el uso de programación. Y si usamos un celular notoriamente, todas las app y todo su software han sido creados mediante la programación. Y así podemos citar miles de ejemplos. A partir de lo expuesto, aprender a programar parece esencial para conocer y comprender mejor el mundo actual y ni que mencionar el futuro, obviamente. Pero no es el único beneficio que trae aparejado la programación. Aparte de brindarnos una mejor perspectiva del mundo actual, la programación tiene numerosos efectos positivos en la salud y en el desarrollo de una persona. Mencionaremos algunos de ellos: § Mejoran notoriamente la capacidad de atención y concentración. La programación de un programa medianamente complejo, implica una atención extra a cada palabra que escribimos en el editor de código fuente. Debemos recordar los nombres de las variables, las reglas del lenguaje en el que estamos programando, el patrón que deseamos seguir para hacer funcionar el programa... Los elementos a tener en cuenta son muy numerosos, por lo que la atención y la concentración es esencial para desarrollar esta tarea. Numerosos estudios realizados en niños y en adultos así lo confirman. § Mayor autonomía e interés por la experimentación y el aprendizaje. Cualquiera de nosotros que comience a aprender un lenguaje de programación puede, partiendo de una base mínima, avanzar por sí mismo mediante la experimentación, siendo así más autónomos. Entonces, si deseas escribir un programa que haga "esto o aquello", comenzas a probar con algún tipo de sentencias, con determinadas variables, con diferentes algoritmos, etc. La programación también ofrece la posibilidad de resolución de un mismo problema por diferentes caminos, abriendo un amplio campo para la experimentación y a la creatividad. Asimismo, al ser una actividad "multipropósito", esto es, podes escribir desde un videojuego hasta una aplicación de gestión de datos, se aumenta de forma natural el interés del alumno y, por lo tanto, mejora la capacidad de aprendizaje del mismo, porque es sabido que, cuanto más nos interesa algo, más recursos centramos en ello. § Mayor orden y capacidad de comprensión. La programación, en cualquier lenguaje de programación, requiere que seamos ordenados en todo momento; o, por el contrario, la computadora no será capaz de comprender correctamente nuestras órdenes. Además, al estar escribiendo en un idioma completamente diferente, al que utilizamos cotidianamente para comunicarnos, se ejercita constantemente la capacidad de comprensión para poder plasmar nuestra idea en un código. También ejercitamos esta capacidad de comprensión cuando surge un error, pues necesitamos interpretar y comprender los datos que nos proporciona la computadora sobre este error para identificarlo y resolverlo en el menor tiempo posible. § Mayor capacidad de cálculo y de lógica. Múltiples estudios realizados en niños muestran que la enseñanza de programación en edades tempranas se traduce en mejoras en la capacidad de cálculo y de lógica, dos aptitudes muy mancomunadas a la acción de programar. En los adultos, los resultados, por razones obvias, son menores, pero también generan una mejora. Como se puede ver, la programación tiene numerosos efectos positivos en un ámbito estrictamente psicológico, pero si extendemos nuestra visión más allá, veremos que el dominio de esta también genera una mayor aceptación en el mercado laboral y una mayor comprensión del mundo que nos rodea, virtudes muy ponderadas en la sociedad actual y que, sin duda, tendrán aún más valor en ese futuro informatizado que se avizora. El aprendizaje de la Programación, y las disciplinas relacionadas con ella, parece ser uno de los desafíos futuros de la Educación en sus diferentes niveles. Los beneficios ocultos de aprender a programar Aparte de lo versátil y de aumentar la formación, programar significa numerosos beneficios escondidos para nuestros niños y para los adultos. Nuestra cotidianeidad está plagada de tecnología. En el momento de escribir estas líneas, sin ir más lejos, estoy utilizando una notebook y en mi escritorio se encuentra mi celular. Realmente, a excepción del mobiliario de este ambiente, lo único que me rodea carente de sistemas electrónicos es mi mascota, las evaluaciones de mis alumnos y una lapicera que utilizo para corregirlas. Todo lo demás, en mayor o menor medida, cuenta con un enjambre de componentes electrónicos y con un programa que administra su funcionamiento. Esta misma situación se replica en casi cualquier lugar del planeta. En las oficinas, la gestión de datos ahora pasa por computadoras controladas por un programa. En las escuelas, los alumnos cada vez utilizan menos el papel y el lápiz. Y en los automóviles, cada vez predominan más los sistemas electrónicos que controlan el funcionamiento del vehículo. Un panorama muy diferente al que encontrábamos hace treinta años. Por entonces, solo un pequeño grupo de privilegiados interactuaba con dispositivos electrónicos tales como computadoras. La tecnología aún parecía que se hallaba lejos de llegar a todos, y términos como "software", "hardware", "CPU" o "sistema operativo" parecían procedentes de otro mundo para un alto porcentaje del común de la gente. En la actualidad, por el contrario, estos conceptos son tan comunes como sumar o restar. Casi todo el mundo reconoce qué es un sistema operativo o el "hardware" de una computadora. En contraste, lo que no es tan común es el proceso que se halla detrás de muchos de esos sistemas tan usuales. Me estoy refiriendo, visiblemente, a programar, un concepto que, según la Real Academia, es: Elaborar programas para la resolución de problemas mediante computadoras. Esto es la base fundamental de cualquier sistema electrónico que nos rodea. Si utilizamos una simple calculadora, en mayor o menor medida, ha sido necesario el uso de programación. Y si usamos un celular notoriamente, todas las app y todo su software han sido creados mediante la programación. Y así podemos citar miles de ejemplos. A partir de lo expuesto, aprender a programar parece esencial para conocer y comprender mejor el mundo actual y ni que mencionar el futuro, obviamente. Pero no es el único beneficio que trae aparejado la programación. Aparte de brindarnos una mejor perspectiva del mundo actual, la programación tiene numerosos efectos positivos en la salud y en el desarrollo de una persona. Mencionaremos algunos de ellos: § Mejoran notoriamente la capacidad de atención y concentración. La programación de un programa medianamente complejo, implica una atención extra a cada palabra que escribimos en el editor de código fuente. Debemos recordar los nombres de las variables, las reglas del lenguaje en el que estamos programando, el patrón que deseamos seguir para hacer funcionar el programa... Los elementos a tener en cuenta son muy numerosos, por lo que la atención y la concentración es esencial para desarrollar esta tarea. Numerosos estudios realizados en niños y en adultos así lo confirman. § Mayor autonomía e interés por la experimentación y el aprendizaje. Cualquiera de nosotros que comience a aprender un lenguaje de programación puede, partiendo de una base mínima, avanzar por sí mismo mediante la experimentación, siendo así más autónomos. Entonces, si deseas escribir un programa que haga "esto o aquello", comenzas a probar con algún tipo de sentencias, con determinadas variables, con diferentes algoritmos, etc. La programación también ofrece la posibilidad de resolución de un mismo problema por diferentes caminos, abriendo un amplio campo para la experimentación y a la creatividad. Asimismo, al ser una actividad "multipropósito", esto es, podes escribir desde un videojuego hasta una aplicación de gestión de datos, se aumenta de forma natural el interés del alumno y, por lo tanto, mejora la capacidad de aprendizaje del mismo, porque es sabido que, cuanto más nos interesa algo, más recursos centramos en ello. § Mayor orden y capacidad de comprensión. La programación, en cualquier lenguaje de programación, requiere que seamos ordenados en todo momento; o, por el contrario, la computadora no será capaz de comprender correctamente nuestras órdenes. Además, al estar escribiendo en un idioma completamente diferente, al que utilizamos cotidianamente para comunicarnos, se ejercita constantemente la capacidad de comprensión para poder plasmar nuestra idea en un código. También ejercitamos esta capacidad de comprensión cuando surge un error, pues necesitamos interpretar y comprender los datos que nos proporciona la computadora sobre este error para identificarlo y resolverlo en el menor tiempo posible. § Mayor capacidad de cálculo y de lógica. Múltiples estudios realizados en niños muestran que la enseñanza de programación en edades tempranas se traduce en mejoras en la capacidad de cálculo y de lógica, dos aptitudes muy mancomunadas a la acción de programar. En los adultos, los resultados, por razones obvias, son menores, pero también generan una mejora. Como se puede ver, la programación tiene numerosos efectos positivos en un ámbito estrictamente psicológico, pero si extendemos nuestra visión más allá, veremos que el dominio de esta también genera una mayor aceptación en el mercado laboral y una mayor comprensión del mundo que nos rodea, virtudes muy ponderadas en la sociedad actual y que, sin duda, tendrán aún más valor en ese futuro informatizado que se avizora. El aprendizaje de la Programación, y las disciplinas relacionadas con ella, parece ser uno de los desafíos futuros de la Educación en sus diferentes niveles. Open Space – By Carlos Zarza. Open Space – By Carlos Zarza.

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