Desde que se produjo el balotaje, a la fecha me he convertido en una especie de “comodín” al que todos llaman para encomendarme que arme reuniones, que lleve un mensaje “in voce”, es decir cosa de que no quede ningún antecedente, participando como mediador en interminables negociaciones, durmiendo poco y mal, comiendo un sándwich dentro de un auto, y llevando la afeitadora dentro de una enorme cartera de cuero negro… Se acumulan sobres, que ni siquiera abrí pero que contienen billetes de 100 dólares, que si sigo mucho más así… no podré disfrutar. Para estos menesteres tengo una gran resistencia física, y un poder analítico que en otros momentos no dispongo, parecería que la adrenalina tiene algo que ver en mantenerme lúcido y ágil… Soy un “lobo solitario”, una persona que muchos olvidan apenas me conocieron, soy gris y desaparezco al momento de los abrazos y los brindis. Lo de Ernesto Sanz pegó muy fuerte entre una gran parte de los Radicales, que lo consideraban ya como Jefe de Gabinete, como dijo Jorge Asis, “lo cag… muy mal”, porque Macrí sabía el enorme sacrificio que tuvo que hacer para poner a disposición del hoy Presidente electo, la estructura del Partido Radical. “Se llegó hasta hablar de co-gobierno, y cuando fue a felicitarlo por el triunfo, Mauricio le dijo quién iba a ser su Jefe de Gabinete… se sintió traicionado, pero lo peor era que él aún sin quererlo, confiado en una promesa electoral, arrastró al 70 % de los radicales. Hubo amigos que se lo advirtieron, “Ojo Ernesto, Mauricio es un empresario, no tiene códigos a la hora de tomar decisiones…” Pero el confió, creyó, como creyó el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cuando Macri le dijo “Tranquilo te dejo todo mi equipo… solo vas a seguir haciendo lo que hiciste hasta ahora, y si necesitas algo yo voy a estar en la Presidencia…” Lo primero que hizo el Presidente Electo, fue nombrar a lo mejor que tenía cuando era Jefe de CABA, y lo dejó segundo como “Tarzán… en pelotas y a los gritos…” Cuando alguien se lo hizo ver a Macri este dijo sencillamente “Hay que consolidar el poder, después habrá tiempo de “curar a los heridos”… La sensación que quedó para sus “elegidos” es “todos leales conmigo… yo con ninguno” La frase de la Presidente saliente no fue “una de tantas” le advirtió que la Nación, el estado Argentino, no es una empresa. Por el momento el Radicalismo no “rompió” pero tomó cierta “distancia” es decir pasó a un segundo plano, pero trabajando intensamente para reunificarse, tanto a través de los que acompañaron a Sanz, como aquellos que no lo hicieron. Hay muchas reuniones limando asperezas entre diputados “radicales” “radicales pro” y algunos que siguieron a Massa, saben que la clave de la gobernabilidad va a pasar por la Legislatura y se están preparando. Mientras tanto el Jefe de Gobierno de CABA, (para los íntimos “boquita”) tuvo que improvisar funcionarios, hacer gestiones, y conseguir cubrir cargos de manera precipitada, sin ninguna estrategia, todo con el solo objetivo del 10 de Diciembre “¡Tener parado el equipo en la cancha!” Por el lado del Peronismo ha crecido muchísimo la figura de Julián Domínguez que logró que se aprobaran las noventa y tantas leyes que presentó el Ejecutivo y otras elaboradas en el Bloque. Tuvo que superar el abandono de 10 diputados que se levantaron con la intención de dejarlo sin quórum, pero una vez más “la muñeca” política de Julián logró su objetivo… lo cual no es poco. Ahora se pretende reunificar el Frente, ya que muchos peronistas, no están de acuerdo con los Kirchneristas duros a quienes culpan de la derrota electoral (y la verdad es que no le faltan argumentos). Entre los Peronistas y La Cámpora hay un profundo abismo, sobre todo por la forma en que estos últimos… “mariscales de la derrota” siguen sin asumir su responsabilidad y llaman a la “resistencia”. En medio de este panorama hay dos fuertes posturas que se van definiendo, una “colaboracionista” y la otra de “la resistencia”…” De más está decir que La Cámpora y algún otro sector, está dispuesto a ponerle a Macri todos los “palos en la rueda posible” mientras que “los colaboracionistas” encabezados por Scioli, están buscando consolidar su poder pero dentro de una posición de conciliación y diálogo. Lejos de unir, tanto el triunfo como la derrota, ha logrado “por ahora” presentar un cuadro de efervescencia y desmanejo, muy cercano al caos… Lo peor que hay que tomar medidas urgentes y tienen que ser por consenso si es que quieren que se resuelvan algunos de los graves problemas que venimos arrastrando… Tengo mucho más para contarles pero, mis ojos espían por la ranura de los párpados, me voy a dor….