Tener un amigo es un tesoro, pero si además es tucumano, guitarrero, cantor, compositor, escritor, y uno de esos filósofos urbanos, que parecen estar “de vuelta de todo” y que además te llame para tomar un “vinito” en su estudio de Recoleta… no tiene precio. Como se enteró que estaba en CABA, será por siempre un misterio, lo cierto es que lo sabía me llamó y en el atardecer de una primavera que aún no termina de definirse me fui a su casa. “Chicote” es un hombre nacido en una de las familias tradicionales de Tucumán, pero de adolescente le “tiraba” más las Peñas, las mozas, y el vino, que la idea de ir a la Facultad, por lo tanto después de una fuerte discusión, con su padre y pese a los ruegos de la madre, lo echaron de la “casa grande”, y con lo puesto se dedicó a lo que le gustaba. Sabiendo su situación, los amigos, lo invitaban a comer y a pasar algún tiempo en sus hogares, hasta, que “Chicote” se enredaba, con alguna chica del servicio doméstico, alguna hermana, prima, tía… y a veces hasta madres… Dicen que alguien lo escuchó cantar, y no tanto por su voz, sino por las letras de sus canciones, lo invitó a viajar a Buenos Aires, “Chicote”, que tenía los recursos totalmente quebrados, vio en esto un salvavidas, y explicándole al hombre que lo invitaba que estaba totalmente “seco”, aceptó la invitación… Al tiempo de estar en la Capital, y después de cantar en varias fiestas “partidarias” lo invitaron a escribir en un “diario militante”, de eso pasó a escribir discursos, y poco a poco se fue “acomodando” de manera tal que al poco tiempo le fue editado un libro, y tuvo el éxito suficiente para que encarase el siguiente y con ingresos importante de diferentes canales, comenzó a cambiar su vida, una barba intelectual, anteojos de grueso marco, pipa y buenas pilchas le daban un raro toque de distinción. No era hombre de querer destacarse, y era conocido por su bajo perfil, y su sabiduría a la hora de resumir pensamientos. “Chicote” dejo de ser “Chicote” para ser un escritor de doble apellido, que pocos sabían escribía discursos para las más altas figuras políticas… La muerte de sus padres lo llevó a Tucumán por corto tiempo, el necesario para liquidar las propiedades familiares y volver a la Capital Federal, centro de sus actividades. Yo tengo el privilegio de todavía llamarlo “Chicote”, y de hablar de lo que nunca habla… de lo que siente Sentados en la Biblioteca de su piso en la Recoleta, empezó a hablar sin que yo lo interrumpiese Chicote - Me duele mucho lo que pasa en Tucumán, lo que le hicieron a Ausili un joven tucumano que padece mal de Parkinson es una cobardía. La noche del 31 de agosto sintió la necesidad de protestar contra la manera en que se habían llevado a cabo las elecciones provinciales Se ató una bandera argentina alrededor del cuello y fue a la Plaza Independencia. Cuando empezó la represión, Ausili quedó atrapado. Su enfermedad le impedía moverse con la rapidez que requería el caso. Tres policías de civil lo arrastraron hacia el interior de la Casa de Gobierno. Allí lo encerraron y lo molieron a palos… Yo – Esto no tuvo prensa… Ch – Vos sabes cómo es la vida en la Provincia… Cuando, finalmente, fue liberado, Ausili fue a la comisaría a hacer la denuncia. Se la tomaron pero no le dieron copia. Luego concurrió a la fiscalía: no le quisieron tomar declaración… Yo – Como te enteraste… Ch – Unos amigos me mandaron una copia de un Sitio Periódico Móvil, donde le dieron cabida a la denuncia… Yo – Pero hubieron varios incidentes Ch - Una sala de la Cámara en lo Contencioso administrativo había anulado los comicios. En los días siguientes, la casa de una de las juezas que tomó aquella decisión fue apedreada, y el secretario letrado del Tribunal sufrió un oportuno asalto: desconocidos entraron a la vivienda de su familia y la desvalijaron. Para que nadie dudara de la autoría de esos hechos, en la puerta de Tribunales fue colgada una bandera que decía “Muerte a los traidores”… Yo - ¿Qué pasó con los medios???? Ch - El domingo de la elección, Jorge Ahuali había vivido en carne propia esa falta de mansedumbre. Ahuali es un camarógrafo de un canal local, es decir, ni de los grupos concentrados, ni de la CIA, ni de la Corpo. Ese día, ya había terminado su cobertura de la elección. Pasó a buscar a su familia para ir a votar. Estacionó cerca del lugar de votación cuando vio cómo se descargaba comida en una unidad básica. Llamó a su canal, le dijeron que filmara. Lo hizo hasta que bajaron la persiana para impedírselo. Se subió al auto. Yo ¿Y? Ch - Inmediatamente lo empezaron a perseguir dos motociclistas. Le cruzaron las motos en su trayecto y lo agredieron. Ahuali tuvo la mala idea de bajar y encender la cámara. Lo agarraron a trompadas y cayó al piso, donde empezó a recibir patadas en la cabeza hasta desvanecerse. Sus hijos miraban todo desde el auto. Terminó internado…. “Chicote” no pudo seguir, sus ojos vidriosos, el temblor de sus manos… la voz quebrada. Decidí acercarme a la mesita donde estaban el whisky, los vasos y el hielo… esperando que se calmara… Otro día les contaré el resto…